Mejorar la eficiencia energética y el confort térmico de una vivienda es una de las inversiones más inteligentes que un propietario puede hacer. Un buen aislamiento no solo reduce las facturas de calefacción y refrigeración, sino que también aumenta el valor del inmueble y contribuye a un entorno más sostenible. La demanda de estas soluciones es cada vez mayor, y por ello es común encontrar servicios profesionales, por ejemplo, los aislamientos Gijón, Llanes, Madrid, Ribadeo, León, Tarragona, Zamora, entre otras poblaciones, que garantizan un resultado óptimo. Sin embargo, para aquellos con habilidades de bricolaje, es posible acometer la instalación por cuenta propia. El proceso varía según el material y la zona a aislar, pero existen unos pasos fundamentales que te guiarán en el proceso.
Contenido
1. Preparación del Soporte: La Base del Éxito
Antes de colocar cualquier material aislante, es crucial asegurar que la superficie de trabajo —ya sea una pared, un techo o un suelo— esté en perfectas condiciones. Este primer paso, conocido como la preparación del soporte, es fundamental para la adherencia y durabilidad del sistema. La superficie debe estar:
- Limpia: Sin polvo, grasa, moho o cualquier residuo que pueda comprometer la fijación.
- Seca: La humedad es el gran enemigo del aislamiento. Es imprescindible solucionar cualquier filtración o problema de condensación antes de empezar.
- Plana y Regular: Si existen desniveles o irregularidades importantes, será necesario aplicar una capa de mortero de regularización para obtener una base lisa.
2. Tipos de Aislamiento y Métodos de Instalación
La elección del material determinará en gran medida el método de instalación. A continuación, describimos los más comunes.
Instalación de Paneles Rígidos (XPS, EPS, PIR)
Los paneles rígidos son muy populares para aislar fachadas (sistemas SATE), cubiertas y suelos por su alta resistencia y capacidad aislante. Su instalación generalmente sigue estos pasos:
- Aplicación del Adhesivo: Se extiende un mortero cola específico sobre el panel, habitualmente con una llana dentada, creando un cordón perimetral y varios pegotes en el centro.
- Colocación de los Paneles: Se presionan los paneles contra el soporte, comenzando desde la fila inferior. Es vital colocarlos «a rompejuntas» o «al tresbolillo» (de forma escalonada, como los ladrillos) para evitar la coincidencia de juntas verticales y minimizar los puentes térmicos.
- Fijación Mecánica: Para una mayor seguridad, especialmente en fachadas, se añaden fijaciones mecánicas (tacos de plástico con tornillo) que atraviesan el panel y se anclan en el muro.
Instalación de Mantas o Rollos (Lana de Roca o Fibra de Vidrio)
Este formato es ideal para cubiertas inclinadas, falsos techos o tabiquería interior entre montantes metálicos o rastreles de madera.
- Corte a Medida: Se mide el espacio entre los rastreles y se corta el rollo de lana de roca o fibra de vidrio, dejando un par de centímetros extra para que encaje a presión.
- Colocación: Se introduce el material en el hueco, asegurándose de que rellene todo el espacio sin quedar excesivamente comprimido, ya que el aire atrapado en su interior es parte clave de su poder aislante.
- Barrera de Vapor: Si el aislamiento incluye una barrera de vapor (normalmente una lámina de papel Kraft o aluminio), esta debe orientarse siempre hacia el lado caliente de la estancia (el interior de la vivienda) para evitar la condensación de agua en el aislante.
Aislamiento Insuflado o Proyectado
Este método consiste en inyectar o proyectar material aislante a granel (como celulosa, lana de roca o perlas de EPS) en cámaras de aire de fachadas, falsos techos o buhardillas. Debido a la maquinaria especializada que requiere, esta técnica suele ser realizada por empresas profesionales. Por este motivo, es fácil encontrar servicios de aislamiento insuflado Lena, Oviedo, A Coruña, Torrent, La Bañeza, San Andrés del Rabanedo, entre otras poblaciones,… Su principal ventaja es que permite rellenar todos los huecos de manera uniforme, eliminando por completo los puentes térmicos sin necesidad de obras complejas.
3. Acabado y Revisión Final
Una vez colocado el aislamiento, el último paso es aplicar el acabado final. En el caso de los paneles en fachadas, se aplica una capa de mortero con una malla de refuerzo y, finalmente, el revestimiento decorativo. En tabiquería interior o techos, se suele cubrir con placas de yeso laminado.
Independientemente del método, es crucial revisar que no queden huecos sin cubrir y que todas las juntas estén selladas. Un trabajo meticuloso garantizará que el sistema de aislamiento rinda al máximo de su capacidad durante décadas. Si bien algunos proyectos son aptos para aficionados, la contratación de profesionales cualificados es siempre una garantía de eficiencia y seguridad.
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