Hace falta desalojar la vivienda mientras se realiza el aislamiento por insuflado

¿Hace falta desalojar la vivienda mientras se realiza el aislamiento por insuflado?

Una de las principales preocupaciones que surgen al plantearse una mejora en el hogar, especialmente una tan importante como el aislamiento térmico, es el nivel de trastorno que generará en nuestra vida diaria. La idea de obras, polvo, ruido y, sobre todo, la posibilidad de tener que abandonar temporalmente nuestra casa, es un freno para muchos. Sin embargo, cuando hablamos del aislamiento por insuflado, la respuesta a la gran pregunta es, afortunadamente, un alivio: no, generalmente no es necesario desalojar la vivienda.

Esta técnica moderna ha revolucionado el sector de la rehabilitación energética precisamente por ser mínimamente invasiva, rápida y extraordinariamente eficaz, permitiendo que los habitantes de la vivienda continúen con su rutina casi sin alteraciones. A lo largo de este artículo, desglosaremos por qué no necesitas hacer las maletas, cómo es el proceso paso a paso y cuáles son los beneficios que empezarás a notar de inmediato.

¿En qué consiste exactamente el aislamiento por insuflado?

Para entender por qué no es una obra molesta, primero debemos comprender la técnica. El aislamiento por insuflado, o soplado, consiste en rellenar la cámara de aire existente en los muros de doble hoja de una fachada, o los huecos en falsos techos y cubiertas, con un material aislante de alta densidad.

El proceso se realiza desde el exterior o el interior a través de pequeños orificios de apenas unos centímetros de diámetro. Por estas perforaciones, se introduce una manguera conectada a una máquina especializada que «sopla» o insufla el material aislante a presión. Este material (como celulosa, lana de roca o perlas de poliestireno expandido con grafito) se distribuye de manera uniforme, rellenando cada rincón, hueco y fisura. De esta forma, se crea una barrera continua que elimina eficazmente los puentes térmicos, que son los puntos por donde se escapa el calor en invierno y entra en verano.

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Ejemplos prácticos: Así sería un día de insuflado en tu hogar

Imaginemos que vives en un chalet unifamiliar o en un piso y decides mejorar su eficiencia energética. ¿Cómo sería el proceso?

  1. Inspección y Preparación: El equipo técnico llega a tu casa. Lo primero que hacen es realizar una pequeña inspección endoscópica: a través de un diminuto agujero, introducen una cámara para verificar el estado y el grosor de la cámara de aire, asegurándose de que es apta para el insuflado. Una vez confirmado, protegen la zona de trabajo con plásticos o fieltros, aunque la generación de suciedad es mínima.
  2. Perforaciones Estratégicas: Los técnicos realizan las perforaciones necesarias. Si se trabaja desde el exterior, los agujeros se hacen en las juntas del ladrillo para que, una vez sellados, sean prácticamente invisibles. Si se hace desde el interior (por ejemplo, si vives en un piso alto sin acceso exterior fácil), se realizan en la pared y se tapan posteriormente con yeso, listos para un pequeño retoque de pintura. El ruido es similar al de un taladro convencional y dura solo unos minutos por agujero.
  3. El Insuflado: La máquina de insuflado, que suele estar en la furgoneta del equipo técnico en la calle, bombea el material a través de una larga manguera hasta el interior de la cámara de aire. Un operario maneja la boquilla, asegurándose de que el llenado es completo y con la densidad correcta para un rendimiento óptimo. Durante este proceso, puedes estar perfectamente en otra habitación de la casa trabajando, viendo la televisión o cocinando. No se levanta polvo en el interior de la vivienda y el ruido principal proviene de la máquina exterior.
  4. Sellado y Limpieza Final: Una vez que todas las cavidades han sido rellenadas, los técnicos sellan los orificios. Si fue en el exterior, usan un mortero de un color similar al de la junta. Si fue en el interior, aplican masilla o yeso. Finalmente, retiran las protecciones y limpian cualquier mínimo resto que haya podido quedar.
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Todo este proceso suele completarse en tan solo uno o dos días, dependiendo del tamaño de la vivienda. Al final del día, tu casa estará exactamente igual que antes, pero con un escudo térmico invisible que notarás en la temperatura y en tus facturas.

Ventajas que van más allá de la comodidad de no desalojar

Si bien la principal ventaja práctica es no tener que mudarse, los beneficios del aislamiento insuflado son mucho más profundos:

  • Rapidez y Limpieza: Como hemos visto, es una intervención que no requiere grandes obras ni genera escombros, lo que la convierte en la solución ideal para viviendas habitadas.
  • Eficacia Inmediata: Desde el primer día, notarás un mayor confort térmico. Las estancias mantendrán una temperatura mucho más estable, eliminando la sensación de «paredes frías» en invierno y reduciendo el sobrecalentamiento en verano.
  • Ahorro Energético y Económico: Al reducir drásticamente las pérdidas de energía, tu sistema de calefacción y aire acondicionado trabajará mucho menos. Esto se traduce en un ahorro en las facturas de energía que puede oscilar entre el 30% y el 50%. La inversión se amortiza en pocos años.
  • Aislamiento Acústico Adicional: Materiales como la celulosa o la lana de roca no solo aíslan del frío y del calor, sino que también son excelentes absorbentes acústicos. Notarás una reducción significativa del ruido proveniente de la calle.
  • Solución Ecológica y Sostenible: Muchos de los materiales utilizados son reciclados y/o de origen natural. La celulosa, por ejemplo, se fabrica a partir de papel de periódico reciclado, y la lana mineral proviene de roca volcánica o arena. Además, al reducir tu consumo energético, también disminuyes tu huella de carbono.
  • Salud y Calidad del Aire: Al eliminar los puentes térmicos y las superficies frías, se reduce drásticamente el riesgo de aparición de condensaciones y moho, mejorando la calidad del aire interior y la salud de la vivienda.
  • Durabilidad Garantizada: El material insuflado no se degrada ni se asienta con el tiempo. Mantiene sus propiedades aislantes intactas durante toda la vida útil del edificio.
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Disponibilidad del servicio en tu zona

La popularidad y eficacia de esta técnica han hecho que su disponibilidad sea muy amplia. Tanto si buscas aislamientos en Piloña, Pravia, Torrelavega, Santiago de Compostela, Vigo, Monforte de Lemos y otras localidades, como si necesitas una empresa aislamientos térmicos Valdés, Lena, Carreño, San Martín del Rey Aurelio, entre otras poblaciones., encontrarás profesionales cualificados. La expansión de estos servicios abarca ya un vasto territorio, con equipos expertos en aislamientos Asturias, Aragón, Catalunya, entre otras regiones, que garantizan una aplicación correcta y profesional.

Conclusión: Una mejora inteligente y sin molestias

En definitiva, el miedo a las obras ya no es una excusa válida para seguir pasando frío en invierno y calor en verano. El aislamiento por insuflado se consolida como la solución más inteligente para mejorar el confort y la eficiencia energética de una vivienda habitada. Es un proceso rápido, limpio, eficaz y, lo más importante, no te obliga a interrumpir tu vida ni a abandonar la comodidad de tu hogar. En solo un par de días, y sin apenas darte cuenta, tu casa se habrá transformado en un espacio más confortable, saludable y económico de mantener.