donde aislar para evitar la humedad

¿Dónde aislar para evitar la humedad?

La humedad es uno de los enemigos más silenciosos y persistentes de cualquier vivienda. No solo provoca daños estéticos como manchas y desconchones, sino que también puede afectar a la estructura del edificio y a la salud de sus habitantes. La solución más eficaz y duradera para combatirla es un buen aislamiento térmico, pero la clave está en saber dónde aplicarlo. La buena noticia es que existen soluciones profesionales y efectivas, por ejemplo, los aislamientos Oviedo, Mieres, Gijón, Castrillón, Siero, Avilés, entre otras poblaciones asturianas, que abordan el problema desde su raíz, garantizando un hogar seco y confortable.

Para entender dónde actuar, debemos pensar en la vivienda como un cuerpo que necesita protegerse del exterior y regular su interior. Por ello, el aislamiento se divide en dos grandes frentes: la envoltura exterior y la envoltura interior.

La envoltura exterior: la primera línea de defensa

La mayor parte de la humedad que entra en una casa lo hace desde fuera, ya sea por filtraciones de lluvia o por la condensación generada por el contraste de temperaturas. Por eso, aislar la «piel» del edificio es fundamental.

Fachadas y cubiertas: el escudo principal

Las fachadas y el tejado son las superficies más expuestas a las inclemencias del tiempo. Un aislamiento deficiente en estas zonas permite que el frío y la humedad penetren directamente en los muros. Para evitarlo, es crucial crear una barrera continua y sin fisuras.

  • En las fachadas, materiales como el poliestireno extruido (XPS) o la espuma de poliuretano proyectado (PUR) son excelentes opciones. Ambos crean un escudo impermeable que bloquea la entrada de agua y vapor, eliminando los puentes térmicos.
  • En la cubierta o tejado, se puede optar por aislar con materiales proyectados o mediante la técnica de insuflado, que rellena las cámaras de aire existentes sin necesidad de grandes obras, mejorando drásticamente el rendimiento térmico y la protección contra la humedad.
También te puede interesar  ¿El suelo radiante afecta en la elevación del suelo?

Ventanas y puertas: los puntos débiles a reforzar

De nada sirve tener una fachada bien aislada si el frío y la humedad se cuelan por las ventanas y puertas. Estos son puntos críticos que requieren una atención especial. La solución pasa por instalar ventanas con doble acristalamiento y carpinterías con rotura de puente térmico (RPT). Además, el uso de burletes de calidad en las juntas garantiza un sellado hermético que impide las filtraciones.

El aislamiento interior: combatir la humedad desde dentro

A veces, la humedad no viene de fuera, sino que se genera en el interior (condensación) o asciende desde el suelo (capilaridad). Aquí es donde el aislamiento interior juega su papel.

Suelos y cimientos: frenando la humedad por capilaridad

La humedad por capilaridad es aquella que sube desde el terreno a través de los cimientos y muros, especialmente en plantas bajas y sótanos. Para combatirla, la solución más efectiva es aislar el suelo. Esto se puede lograr instalando una barrera impermeabilizante (láminas de polietileno o PVC) bajo el pavimento o creando una cámara de aire ventilada en el forjado, que permite que la humedad se evapore antes de alcanzar el interior de la vivienda.

Paredes y tabiques interiores

Para los problemas de condensación en paredes que dan al exterior o en estancias húmedas como baños y cocinas, se pueden utilizar soluciones como las placas de yeso laminado resistentes a la humedad. Estos trasdosados no solo aíslan, sino que también crean una nueva superficie seca y lista para ser acabada, solucionando el problema estético y de raíz.

¿Qué materiales aislantes son más eficaces?

La elección del material es tan importante como el lugar donde se aplica. Algunos de los más recomendados son:

  • Lana de roca y lana de vidrio: Son transpirables, permitiendo que los muros «respiren» y evacuen el vapor de agua, evitando así la condensación interna.
  • Corcho natural: Actúa como un regulador de humedad natural gracias a su alta capacidad higroscópica, absorbiendo el exceso de humedad ambiental y liberándola cuando el ambiente es más seco.
  • Poliuretano (PUR) y Poliestireno (XPS): Ofrecen una barrera casi total contra el agua y el vapor, siendo ideales para fachadas y cubiertas. Una técnica muy extendida para aplicar materiales como la celulosa o la lana mineral es el aislamiento insuflado Gijón, León, Madrid, Tapia de Casariego, Vegadeo, Vigo, Cangas de Onís, Cangas del Narcea, entre otras poblaciones,… que permite rellenar cámaras de aire sin obras.
También te puede interesar  Los beneficios de los aislamientos térmicos en paredes y techos para el confort y el ahorro energético

En definitiva, para decir adiós a la humedad es necesario un enfoque integral, protegiendo la vivienda tanto por fuera como por dentro. Aislar correctamente fachadas, cubiertas, suelos y ventanas es una inversión en confort, salud y en el valor de tu hogar.